Uno de los animales más fáciles de ver durante los paseos al amanecer y al atardecer. Podemos localizarlo siempre alerta en siembras donde se alimentan. Los machos portan cuernas de unos 20 o 25 centimetros que utilizan en la época de celo para defender las mejores zonas y hembras.
Cuando localizan algún peligro, emiten un sonido similar a los ladridos de perro con los que avisan al resto de animales de la presencia de algo extraño.
De hábitos más bien nocturnos el jabalí es bastante numeroso en nuestra zona. Podemos verlo al amanecer y al atardecer ya sea en solitario o más frecuentemente en grupos denominados piaras.
Se trata de un animal omnívoro que aprovecha todo lo que el campo ofrece para alimentarse, pudiendo llegar a provocar grandes daños en cultivos y huertos. Por ello se le somete a un control poblacional por parte de los cazadores para que exista una buena convivencia en base al número de ejemplares.
De hábitos más bien nocturnos el jabalí es bastante numeroso en nuestra zona. Podemos verlo al amanecer y al atardecer ya sea en solitario o más frecuentemente en grupos denominados piaras.
Se trata de un animal omnívoro que aprovecha todo lo que el campo ofrece para alimentarse, pudiendo llegar a provocar grandes daños en cultivos y huertos. Por ello se le somete a un control poblacional por parte de los cazadores para que exista una buena convivencia en base al número de ejemplares.
Se trata del animal más oportunista de nuestros campos. Los zorros son muy desconfiados y esquivos por lo que no será fácil verlos y mucho menos a corta distancia. Se dice que son muy inteligentes, llegándose a acostumbrar a los humanos e incluso pudiéndose llegar a domesticar si se la enseña desde joven.
En ocasiones, podemos verlo cerca del pueblo en busca de comida junto a contenedores o intentando saltar a algún corral para cazar alguna gallina olvidada durante la noche por sus dueños.
Cada vez más frecuentes en nuestros montes, los ciervos son difíciles de ver debido a su gran oído, vista y olfato, escondiéndose antes de que podamos llegar a localizarlos.
De gran tamaño superando los 100 kilogramos de peso, portan grandes cuernas durante gran parte del año. Su carne conseguida durante las monterías es muy apreciada para diferentes platos y embutidos.
Cada vez más frecuentes en nuestros montes, los ciervos son difíciles de ver debido a su gran oído, vista y olfato, escondiéndose antes de que podamos llegar a localizarlos.
De gran tamaño superando los 100 kilogramos de peso, portan grandes cuernas durante gran parte del año. Su carne conseguida durante las monterías es muy apreciada para diferentes platos y embutidos.
De hábitos nocturnos, es frecuente verlo por la vega y carretera que la atraviesa. Su bello pelaje blanco y negro hace que sea muy fácil identificarlo si lo vemos. Posee unas grandes garras y potentes dientes que le sirven para abrir incluso nueces y almendras. Tienen buen oido y olfato, pero su vista es bastante escasa.
Depositan sus excrementos en agujeros hechos en el suelo, los cuales además les sirven como método para delimitar su territorio.
Comadrejas, visones y martas son algunos de los mustélidos que podemos encontrar en Algar de Mesa. Sus cuerpos son pequeños, esbeltos, alargados y con apariencia flexible. Son excelentes cazadores de pájaros y ratones durante la noche, además de ser un perfecto oportunista de crías de conejos o huevos de aves.
Comadrejas, visones y martas son algunos de los mustélidos que podemos encontrar en Algar de Mesa. Sus cuerpos son pequeños, esbeltos, alargados y con apariencia flexible. Son excelentes cazadores de pájaros y ratones durante la noche, además de ser un perfecto oportunista de crías de conejos o huevos de aves.
Una de las especies protegidas y en peligro de extinción que tenemos en Algar de Mesa. Es muy esquivo y difícil de ver, por lo que su población no esta muy determinada. De aspecto muy similar al de cualquier gato doméstico, se diferencia de estos por un mayor tamaño.
Son muy solitarios y de hábitos crepusculares, por lo que su avistamiento será toda una suerte para el paseante.
Muy escasas décadas atrás, hoy en día la nutria se encuentra en mayor número en nuestro río gracias al excelente estado de este y la facilidad de encontrar alimento a base de truchas y múltiples peces de menor tamaño.
No será fácil toparse con ella aunque si avanzamos en silencio por la orilla del río y tenemos suerte, podremos ver a este bello animal en su habitat natural.
Muy escasas décadas atrás, hoy en día la nutria se encuentra en mayor número en nuestro río gracias al excelente estado de este y la facilidad de encontrar alimento a base de truchas y múltiples peces de menor tamaño.
No será fácil toparse con ella aunque si avanzamos en silencio por la orilla del río y tenemos suerte, podremos ver a este bello animal en su habitat natural.
El conejo de monte, muy abundante en otras zonas de Guadalajara, contando en Algar de Mesa contamos con una escasa población. Son los cazadores gracias a numerosos bebederos y siembras destinados a ellos, además de respetar su caza, los que están consiguiendo que poco a poco su población vaya en aumento.
Antiguamente era una fuente abundante de alimento que llevar a las cocinas de nuestro pueblo aprovechada por pastores y agricultores, cuya caza era fácil y muy útil para evitar daños a la agricultura.
Muy presentes en nuestras siembras y barbechos las liebres son famosas por su velocidad, llegando a alcanzar los 75 kilómetros por hora. Otras curiosidades de estos animales es que duermen con los ojos abiertos y que sus crías nacen perfectamente preparadas para correr y defenderse de depredadores como águilas o zorros.
En el momento de celo, no será difícil verlas en caminos, carreteras y siembras, lugares elegidos para su cortejo y llevar a cabo las luchas entre machos por hacerse con las hembras.
Muy presentes en nuestras siembras y barbechos las liebres son famosas por su velocidad, llegando a alcanzar los 75 kilómetros por hora. Otras curiosidades de estos animales es que duermen con los ojos abiertos y que sus crías nacen perfectamente preparadas para correr y defenderse de depredadores como águilas o zorros.
En el momento de celo, no será difícil verlas en caminos, carreteras y siembras, lugares elegidos para su cortejo y llevar a cabo las luchas entre machos por hacerse con las hembras.
Muy escasa en nuestro término, las cabras monteses han ido llegando paulatinamente desde el alto Tajo y el Monasterio de Piedra. Si tenemos suerte, podremos observarlas desde alguno de los salientes de piedras que hay en nuestra vega.
Con una excelente vista, serán las primeras en localizarnos en nuestros paseos por la vega, manteniendo una gran distancia de seguridad con nosotros y no dudando en salir corriendo ante el menor atisbo de peligro.
Conocida por muchos como la reina de la caza menor, es frecuente cruzarnos con algún bando de perdices durante nuestros paseos. De bello colorido, son aves muy esquivas y huidizas, arrancando con un potente y sonoro vuelo para después planear hasta alejarse de nosotros.
Durante los meses de verano, podemos ver las polladas múltiples por caminos buscando insectos como hormigas con las que alimentarse en sus primeros días de vida.
Conocida por muchos como la reina de la caza menor, es frecuente cruzarnos con algún bando de perdices durante nuestros paseos. De bello colorido, son aves muy esquivas y huidizas, arrancando con un potente y sonoro vuelo para después planear hasta alejarse de nosotros.
Durante los meses de verano, podemos ver las polladas múltiples por caminos buscando insectos como hormigas con las que alimentarse en sus primeros días de vida.
Sin lugar a dudas, el rey de nuestros cielos. El Buitre Leonado está muy presente en nuestra vega gracias al excelente habitat que encuentran en los salientes y paredes de piedras.
Si quieres conocer más sobre ellos consulta nuestro Blog sobre buitres, donde te contamos muchas curiosidades que te harán conocerlos mejor durante tus paseos por Algar de Mesa.
Si nos fijamos con detenimiento, podremos observar diferentes águilas en nuestros cielos. Águilas imperiales, culebreras y ratoneras entre otras han encontrado en Algar de Mesa un entorno propicio para alimentarse y vivir.
Son aves protegidas y uno de los responsables de que nuestro terreno se incluya una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves).
Si nos fijamos con detenimiento, podremos observar diferentes águilas en nuestros cielos. Águilas imperiales, culebreras y ratoneras entre otras han encontrado en Algar de Mesa un entorno propicio para alimentarse y vivir.
Son aves protegidas, y uno de los responsables de que en nuestro terreno se incluya una ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves).
Se trata del último eslabón de la cadena trófica, alimentándose de los huesos sobrantes de la carroña aprovechada por otros animales como zorros y buitres.
Tiene más de 2,8 metros de envergadura entre alas y un característico plumaje color beige y negro con un «antifaz» negro por encima de su potente pico. Se alimenta cogiendo tendones y huesos, lanzándolos desde gran altura para que se fragmenten y puedan ser ingeridos.
Otra de las especies protegidas de aves que sobrevuelan nuestros cielos, especialmente durante la noche, donde su extraordinaria vista hace de los buhos reales unos excelentes cazadores de ratones, conejos y pequeñas aves.
Como curiosidad, debemos saber que los grandes ojos de los buhos no se mueven. Para ello han desarrollado el poder de girar sus cuellos hasta 270 grados gracias a sus 14 vértebras en el cuello.
Otra de las especies protegidas de aves que sobrevuelan nuestros cielos, especialmente durante la noche, donde su extraordinaria vista hace de los buhos reales unos excelentes cazadores de ratones, conejos y pequeñas aves.
Como curiosidad, debemos saber que los grandes ojos de los buhos no se mueven. Para ello han desarrollado el poder de girar sus cuellos hasta 270 grados gracias a sus 14 vértebras en el cuello.
Este ave rapaz nocturna resulta muy difícil de ver mientras busca alimento como ratones o topillos. Posee varias características que la hacen especial. Una de ellas es su peculiar forma de la cabeza, en concreto de su cara, la cual hace de «antena» para recoger pequeños sonidos y vibraciones casi imperceptibles llevándolos hacia sus oídos. Otra curiosidad de este ave es la estructura especial de las plumas de sus alas, diseñadas para amortiguar la fricción del aire al volar y ser así más silencioso cuando se lanza contra sus presas.
La garza real podremos observarla durante nuestros paseos por el río, ya sea al levantar su lento vuelo espantada, o bien localizándola en sus desplazamientos volando con su característico cuello recogido en busca de tramos de río idóneos para pescar presas como truchas y pececillos.
Aunque pueda parecer un ave muy grande alcanzando más de 1 metro de altura, tan solo pesa entre 1 y 2 kilos.
La garza real podremos observarla durante nuestros paseos por el río, ya sea al levantar su lento vuelo espantada, o bien localizándola en sus desplazamientos volando con su característico cuello recogido en busca de tramos de río idóneos para pescar presas como truchas y pececillos.
Aunque pueda parecer un ave muy grande alcanzando más de 1 metro de altura, tan solo pesa entre 1 y 2 kilos.
Este particular ave debido a su llamativo plumaje colorido es uno de los más bellos que podemos observar en nuestro pueblo durante la primavera hasta mediados de otoño, momento en el que continua su migración hacia África.
Odiado por los apicultores debido a que gran parte de su dieta diaria es a base de abejas, de ahí su nombre; permanece posado en ramas de árboles hasta que localiza algún insecto volando, momento en el que se lanza sobre él para cazarlo. En el caso de que su presa tenga aguijón, como por ejemplo las abejas, una vez posado en el suelo, la golpea contra alguna piedra hasta que consigue desprender el posible veneno que tuviera.
Gracias a sus características como la cresta y el largo pico curvado hacia abajo que posee es muy fácil de identificar, quizá no tanto de localizar debido a su escasez. Pasa gran parte de su tiempo en el suelo, frecuentemente en caminos, cazando insectos como hormigas y pequeños saltamontes.
Si paseamos en silencio por caminos lograremos verla y disfrutar de su característico vuelo con la cresta levantada en señal de que nos han localizado.
Gracias a sus características como la cresta y el largo pico curvado hacia abajo que posee es muy fácil de identificar, quizá no tanto de localizar debido a su escasez. Pasa gran parte de su tiempo en el suelo, frecuentemente en caminos, cazando insectos como hormigas y pequeños saltamontes.
Si paseamos en silencio por caminos lograremos verla y disfrutar de su característico vuelo con la cresta levantada en señal de que nos han localizado.
El zorzal se trata de otra de las aves migratorias que hacen un descanso en nuestro pueblo. Nos visita durante el invierno cuando las fuertes nevadas y heladas les hace desplazarse hacia sitios más cálidos. No será difícil observarlos en las copas de sabinas y enebros, o bebiendo de charcos formados en caminos.
Existen varios tipos de zorzales, siendo los más frecuentes en nuestro terreno el común, alirrojo y real.
La codorniz nos visita momentáneamente durante la primavera y verano para criar y coger fuerzas en el interior de cebadas y trigos para continuar su viaje. Al amanecer y atardecer será frecuente escuchar su canto de cortejo y posteriormente para juntarse en grandes bandos y realizar así de forma más segura su viaje de migración de vuelta hacia África.
La codorniz nos visita momentáneamente durante la primavera y verano para criar y coger fuerzas en el interior de cebadas y trigos para continuar su viaje. Al amanecer y atardecer será frecuente escuchar su canto de cortejo y posteriormente para juntarse en grandes bandos y realizar así de forma más segura su viaje de migración de vuelta hacia África.
La paloma torcaz se diferencia de su hermana la zurita por su gran tamaño y potente vuelo. Al final del verano tras haber criado en nuestra zona, forma grandes bandos para emigrar hacia el norte.
Su peculiar canto denominado gorjeo será fácilmente localizable si observamos un rato durante el atardecer.
Podemos encontrar dos tipos de tórtolas en Algar de Mesa, la turca, más frecuente y fácil de ver gracias a su cercano contacto con los humanos incluso dentro del pueblo, y la tórtola común, más escasa y distante con las personas.
De menor tamaño que una paloma, posee un rápido y zigzagueante vuelo que la hace muy difícil de atrapar para cazadores y rapaces.
Podemos encontrar dos tipos de tórtolas en Algar de Mesa, la turca, más frecuente y fácil de ver gracias a su cercano contacto con los humanos incluso dentro del pueblo, y la tórtola común, más escasa y distante con las personas.
De menor tamaño que una paloma, posee un rápido y zigzagueante vuelo que la hace muy difícil de atrapar para cazadores y rapaces.
El arrendajo se trata de un ave de unos 30 centímetros de altura que nos delatará fácilmente en nuestro deambular por paseos y sendas dentro del monte. Con unas coloridas zonas azuladas en sus alas será fácilmente identificable si lo vemos volar o más aún posado en algún árbol.
Como curiosidad, los arrendajos almacenan comida en épocas de abundancia, colocando bellotas y bayas en huecos de piedras o ramas para aprovechar durante el invierno en momento de escasez.
Cada vez más escaso en los núcleos urbanos, en Algar de Mesa todavía contamos con una buena población de ellos. Pasan desapercibidos en la vida del pueblo, alimentándose de insectos y semillas que buscan de manera incansable durante todo el día. Se dice que su presencia es síntoma de un buen estado del entorno.
Cada vez más escaso en los núcleos urbanos, en Algar de Mesa todavía contamos con una buena población de ellos. Pasan desapercibidos en la vida del pueblo, alimentándose de insectos y semillas que buscan de manera incansable durante todo el día. Se dice que su presencia es síntoma de un buen estado del entorno.
Aunque son venenosas, las víboras son animales tranquilo y muy esquivos que pasan gran parte de su tiempo ocultos ahorrando energía o haciendo la digestión, localizando nuestros pasos desde lejos, momento en el que huyen y se esconden para no ser vistas.
Suelen alcanzar como máximo 40-45 centímetros de longitud, y en algunos animales adultos podemos identificar un «cuerno en la nariz».
De mayor tamaño que la víbora, la culebra de escalera puede llegar a los 150 centímetros de longitud. Su identificación es fácil gracias a su cabeza fuerte y ancha y su hocico más adelantado que la mandíbula inferior. Además, su dibujo en la parte superior formando escalones será otro de los aspectos que nos harán distinguirlas si nos encontramos con algún ejemplar. Sus principales víctimas son ratones y pequeñas aves.
De mayor tamaño que la víbora, la culebra de escalera puede llegar a los 150 centímetros de longitud. Su identificación es fácil gracias a su cabeza fuerte y ancha y su hocico más adelantado que la mandíbula inferior. Además, su dibujo en la parte superior formando escalones será otro de los aspectos que nos harán distinguirlas si nos encontramos con algún ejemplar. Sus principales víctimas son ratones y pequeñas aves.
La culebra bastarda es la serpiente de mayor tamaño que podemos encontrar en nuestro terreno, alcanzando una longitud en algunos animales por encima de los 2,5 metros. Es una serpiente muy agresiva si se ve atacada, adoptando incluso la «posición de cobra» y emitiendo un sonido característico con el que intenta espantar a su contrincante.
Cuando son pequeñas su dieta se basa en lagartijas, grandes insectos; cuando son adultas pasa a alimentarse con ratones y crías de aves.
El sapo cómun es el anfibio más presente en nuestro terreno, puede llegar a medir hasta 15 centímetros de longitud y si nos cruzamos con uno de ellos no debemos tocarlos ya que segrega una toxina a través de glándulas en la piel si se sienten en peligro. En invierno busca protección bajo piedras y grietas; saliendo en verano para alimentarse de insectos durante la noche.
El sapo cómun es el anfibio más presente en nuestro terreno, puede llegar a medir hasta 15 centímetros de longitud y si nos cruzamos con uno de ellos no debemos tocarlos ya que segrega una toxina a través de glándulas en la piel si se sienten en peligro. En invierno busca protección bajo piedras y grietas; saliendo en verano para alimentarse de insectos durante la noche.
La trucha común goza de una extraordinaria población en el río Mesa, en gran medida provocada por la pesca sin muerte impuesta para los pescadores.
Un animal muy bello que podemos observar si nos acercamos con cuidado por la orilla del río, pudiendo encontrar individuos de gran tamaño en pozas y tablas. Sus principales depredadores son las nutrias y las garzas reales, especialmente durante la época de reproducción denominada freza.